jueves, 18 de septiembre de 2008

Manifiesto Día Cero Homofobia





Sexto día Cero ‘Homo’fobia



Agosto 23 / 1993 Agosto 23 / 2008 Conmemoración 15 años de otra de las tantas transfiguraciones de León Zuleta, la de su partida de este globo. Barrio Carlos E. Restrepo Medellín, Colombia I. Evocar es precipitar una comprensión por la vía de los afectos. He ahí una polaroid, entre tantas, de León. II. Dalí deja en claro que el arte nace de la alquimia y de la transmutación de la muerte. III. Acechar implica escuchar a todos en total silencio y con ojos despiertos: Aquí va pues nuestro comunicado de la actual posición de la Corporación El Solar y la convicción de quienes, a esta altura, demuestran ser grandes aliados; más los que comienzan a llegar, que no son pocos y, menos mal, no son aún visibles.



I.
Las travesías de la carne
Amo a aquél cuya alma no pide gratitud y no devuelve;
pues siempre da –se da entero.
Amo a aquél cuya alma es,
aún en la herida y,
cruza de buen agrado el puente.
Nietzsche
Alimentándose, poco a poco, de sus efluvios, cosecha su merito como el tábano que horada la piel hasta saciarse. En silencio, el cuerpo siente su turgencia y hospeda su semilla: Se resiste a defenderse. La semilla del tábano destila, en la carne, su savia, gestando vida, erigiendo fecundo su tallo.

León, poder de la palabra al vaivén de elocuentes pausas que devienen eco derrotando la indiferencia sin jamás claudicar. Sólo, solitario deambula las calles del jolgorio y la pasión. Ideas, métodos, imágenes, textos, palabras, golpes, escupitajos, improntas se entremezclan, crean un caleidoscopio de tesón y legado. Sin jerarquías ni dramatismos, sus apellidos –ZuletayRuiz- no reflejan una fina prosapia, ni distingo heráldico. Su ser acoge sin reservas lo femenino al tiempo que desconoce la distancia estéril de los roles de género. Hombres y mujeres: mero artilugio de frontera y dominio. Se burla de ellos, y la sociedad lo desprecia pues le teme, como si atinara que sus ofrendas van dirigidas a Dionisos. Poco a poco él, Dionisos, se toma la palabra y el gesto, invocando la posibilidad de los diez mil miembros, como sátiro embustero, usando el ardid y el escándalo, haciendo presente la Otredad y sus avatares.

No pasaba en vano, dejaba su estela como si cada vez que la adversidad apareciera le sonriera irónico, reconociendo su talante efímero y su camino iniciático. Presencia que se manifiesta en marchas, palabras, luchas, secretos, amantes. Despliegue del misterio y precipitación de acontecimientos que se encabalgan al compás de lo sublime y lo siniestro. Emergencia de la voluptuosidad cuando ha dejado atrás la comodidad y la molicie de la simulación. De esa muerte, la de la especulación de la libertad en la ilusión del consumo se liberó León. Marx, Vico, Goethe, Huidobro, Debord, Bruno, Laercio, Barba Jacob, Luis Tejada, Tartarín Moreira, Zuletas (en plural), Vallejos tantos otros… con gran amor les tendió sus manos y su cuello. Se ofrenda para fines profanos y vitales, no se malgasta, ni se agota, se autogendra y fecunda para parir vida.



II.
Medellín vientre fecundo
No somos solidarios con la miseria, si no con el vigor con que
mujeres y hombres no la soportan más.
Sans Patrie y Pantagruel.


Medellín. Grito y suspiro. Tierra que preña y encanta. Placenta de exordios y cantatas a la vida, cimiente de contrariedades y paradojas. Ámbito alado y monstruoso siempre en transfiguración. La voluptuosidad más generosa y las tinieblas más tétricas tensan esta tierra hasta límites insospechados y en ello nos jugamos nuestras vidas.

Están los que creen poder confiar su pervivencia a la oscuridad. Murillos, Escobares, Castaños, que tórtolas y cuervos, que muertos y sangre negra. Dolor, engaño, olvido. Birlo. Ni siquiera se ayudan, se hunden juntos, en un abismo que es senda de destrucción. La vida, irremediable, les augura tragedia, y nosotros no podemos celebrarlo pues también seres en esta tierra son. Les deseamos que encuentren su dignidad. Ésta no es dádiva ni camafeo de suerte. Siempre se gana y se merece. Jamás se exhibe. Mientras tanto serán fuerzas ciegas que pervirtiendo la sensualidad y la dignidad, el erotismo y la complicidad, continuarán develando su impotencia en el cumplimiento de excesos que gestan escasez y maldiciones. Abigarramiento obsceno de las posibilidades vitales, haciéndolas insoportables para sí mismas, pues les oprimen su libertad de vuelo. Incubamiento de pesadillas que se hacen realidad y son radiografiadas en vagones con cadáveres, en las pinturas de Débora Arango, en las calles, en la morgue.

Que la luz luciferina se haga presente y los ojos sean cegados por la luz resplandeciente de las verdades que nos reclaman en sus brazas para exorcizar el falseamiento de la vida. Que el ímpetu erótico avenga y se exprese de todas las maneras desvirtuando el control sobre los cuerpos y sus exilios en diáspora de dispersión y precipicios. Que se abran todas las flores y lo celebren los falos. Que se erijan todos los falos y sean fecundadas las flores. Falos y flores diversas, únicas, singulares, comunes, con latir propio en un canto y una danza que dispone brazos y piernas, labios y pupilas, pieles y almas, corazones y saberes. Vida que es incitación e iniciación para propiciar un nacimiento más allá de ese del que no fuimos consultados.


III.
El Solar no es un jardín privado.
El problema no se resuelve negando ni renegando, hay que aprender a multiplicar…y acompañar.
Eugenio Trías y David c G.


Al no constituirse en propiedad privada no esta privado de libertad y múltiples afectos afirmativos. Por lo mismo no esta en coma, ni deprimido y menos es depravado. El Solar no es el closet; es la luz del sol en pleno día de cielo abierto como también la de la luna en copula con éste. No es pues ocultamiento, intrigas y menos resentimientos. El Solar - como lo entendía León- es a la casa lo que el cabildo o el concejo es a la ciudad: espacio siempre dispuesto al diálogo que convive en la diversidad y gesta propuestas para actuar no en un teatro existente, sino para fabricar dicho teatro.

En consecuencia, la leche derramada no vamos a recogerla pues empegota, indigesta y cuanto mínimo ya está cortada. No vamos a participar en discusiones que fecundan la esterilidad y alejan de la alegría. No es necesario atacar cuando se tiene claro que para la venganza se necesitan cavar dos tumbas, sobre todo cuando se sabe que el humor es el arte de las consecuencias y que, en dicho sentido, el símbolo es el boomerang y la imagen la de su giro retornando. El Solar sabe con conocimiento de variadas causas y múltiples efectos que ‘No hay que creer que en el entorno del poder real puedan mantenerse a la larga, como un arcaísmo, quienes no hayan comprendido con bastante rapidez la entera plasticidad de las nuevas reglas de juego’. Es menester expresar, a propósito de esta sentencia, que nos esforzamos por ser vigías de lo posible y poder movernos en el ámbito que impone la dimensión global de la política y qué, estamos pues madurando nuestras acciones en esta prospectiva para constituirnos en una multitud cuya presentación es legión, y saben quienes la conforman que son compañeros y compañeras de un juego que se reivindica en medio de una revolución que será la fiesta o no será. No nos interesa otra. Y los derechos claro, de facto, nos implican en la dignidad de toda vida. No son excusa ni merito, vanagloria o comodín. Son estandarte en campo abierto para…


Danzar intensamente
sintiendo nuestra sangre...
tan sólo, ser leales
a la vida
y transcurrir con ella.

¡Libertad! ¿Libres? No, no somos libres... exactamente.
Fluimos transformándonos, hacia otras dimensiones
energéticas y habitando estados
en espirales de transfiguración.

¡Igualdad! ¿Iguales? No, no somos iguales
atravesamos campos y umbrales semejantes
pero somos diferencialmente únicos.

¡Fraternidad! ¿Fraternos? No, no nos acogemos a
idealismos revolucionarios auspiciados por
falsas cofradías que pretenden redimirnos;
más bien, encarnamos el espíritu de las amazonas
y devenimos saltimbanquis en campo abierto.


¿Vírgenes o pecadores?
Inmaculados

¿Mortales o inmortales?
Inmanentes

¿Terrestres o extraterrestres?
Nómadas.


¿Perfectos y triunfadores? Ni triunfadores ni perfectos.
No, no somos estáticos. Nos conectamos
a frecuencias acordes con nuestros estados sensibles
que implican, pliegues, destilaciones y curvaturas.

Quizá, tal vez: fantasmas, ángeles y demonios
pero además, además nada de esto.
No tomamos partido por ningún bando...
habitamos espacios, confeccionamos atmósferas,
más no permanecemos en ellas.

¿Cuántos somos? Esa realmente no es la pregunta,
más bien: ¿Qué fuerzas encarnamos? Y tan simple,
como la no existencia de ninguna respuesta;
ya que la fuerza vital no tiene centro
y su desdoblamiento se ejerce en todas direcciones.




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